Há sempre alguém que não vemos nos doando flores. Este pensamento trouxe o infinito para o peito dela e um deixar-se ali onde o humano cresce livre da morte do silêncio. Da morte da partilha. Da morte da solidão. Ela aninha-se na palma da mão da humanidade. O sagrado move-se em suas artérias como nos olhos dos apartados, dos feridos, dos sem céu. Ela aninha-se na respiração profunda das árvores. Caminha junto ao martírio dos cravos. Atravessa os inquebrantáveis em suas verdades. Atravessa os tolerantes entre iguais. Atravessa os catalogadores de seres. Descansa onde o bico do pássaro recolhe a seiva. E flore.
*
Hay siempre alguien que no vemos regalándonos flores. Este pensamiento le trajo el infinito a su pecho y un dejarse allí donde lo humano crece libre de la muerte del silencio. De la muerte del reparto. De la muerte de la soledad. Ella se anida en la palma de la mano de la humanidad. Lo sagrado se mueve en sus arterias como en los ojos de los apartados, de los heridos, de los sin cielo. Ella se anida en la respiración profunda de los árboles. Camina junto al martirio de los claveles. Cruza los inflexibles en sus verdades. Cruza los tolerantes entre iguales. Cruza los catalogadores de seres. Descansa donde el pico del pájaro recoge la savia. Y florece.
*
El texto y el collage son de Luciana Marinho, del hermoso blog Máquina Lírica. Y a quien agradecemos haber aceptado la invitación para dejarnos un poco de su gran sensibilidad en esta casa.
Obrigada, Luciana..
Obrigada, Luciana..