31 octubre 2006

Tríptico


I


II

III


Pequeña representación emocional de la contradicción en la que el existir se debate. El mito de que la cultura nos salva de la naturaleza, llenándonos silenciosamente de opresión, injusticia y exclusión social. El viejo mito del progreso que nos ata a través del sueño del consumo ilimitado, frente a lo gratuito de la naturaleza representado por unas sencillas flores que son como las emociones, que nos habitan y nos viven vificándonos sin licencia y sin título de propiedad. El profundo vacío triste de individualidades recluidas sin puentes que tejer, perdidas en sí mismas. Pequeño retrato de la vida enclaustrada y empequeñecida, medida, previsible, monótona. La vida vaciada de su misterio y de su grandeza única e irrepetible.

Publicado por JuanBM

23 octubre 2006

Um pouco de Primavera

Por veces, siguen días y (tantos) días grises. Miras ansiosamente hacia el cielo y nada de sol, nada de azul, de luna o estrellas... sólo nubes pesadas, lluvía, frío, tristezas...

Pero una mañana abres la ventana de tu casa y te sorprendes con el sol invadindo todas las partes, un cálido rayo hace una caricia delicada en tu rostro y el cielo azul es como un dulce abrazo... Sales a caminar por tu barrio, todas las ventanas ya están abiertas, niños juegan en la calle, te das cuenta de los arboles tan floridos – ¡tantos rosas y violetas y amarillos! -, y en el jardín de una casa antigua margaritas bailan al sabor de un viento leve, y un canto de pájaros traviesos... Fue de repente, y todo se ha llenado de luz y color, de sonrisas y ternura.

Por veces, ella se retrasa un poco. Pero la Primavera siempre llega...

(sencillamente)


PRIMAVERA

Cecília Meireles


"La primavera llegará, aunque nadie más sepa su nombre, ni crea en el calendario, ni posea un jardín para recibirla. La inclinación del sol va dibujando otras sombras; y los habitantes de los bosques, esas criaturas naturales que aún se mueven por el aire y por el suelo, empiezan a preparar su vida para la primavera que llega.

Delicados clarínes que no escuchamos deben sonar dentro de la tierra, en ese mundo confidencial de las raíces, - y mensajeros sutiles despertarán los colores y perfumes y la alegría de nacer, en el espíritu de las flores.

Hay bosques de rododendros que eran verdes y ya están todos rosados, como los palacios de Jaipur. Voces nuevas de pájaros empiezan a ensayar las arias tradicionales de su nación. Pequeñas mariposas blancas y amarillas apresuradas por el aire, - y seguramente conversan: pero tan bajito que no se entiende.

(...)

Pero es cierto que la primavera llega. Es cierto que la vida no se olvida, y la tierra maternalmente se adorna para las fiestas de su perpetuación.

Algun día, tal vez, nada más será así. Algun día, tal vez, los hombres tendrán la primavera que desearen, en el momento en que la quisieren, independientes de este ritmo, de este orden, de este movimiento del cielo. Y los pájaros serán otros, con otros cantos y otros hábitos, - y los oídos que por acaso los escucharen no tendrán nada más que ver con todo lo que, otrora, se comprendió y se amó.

Mientras hay primavera, esta primavera natural, prestemos atención al susurro de los pájaros nuevos, que dan besitos al cielo azul. Escuchemos estas voces que andan en los arboles, andemos por estos caminos que todavía mantienen sus sentimientos antiguos: lentamente están siendo tejidos los manacás violetas y blancos; y la elforbia se hace bellísima, en cada corona roja que se desdobla. Los capullos blancos de las gardenias aún están siendo envueltos alrededor del perfume. Y flores campesinas se despiertan con sus ropas de tejidos multicolor.

Todo esto para brillar un solo instante, para ser lanzado al viento, - por fidelidad a la obscura simiente, a lo que viene, en la rotación de la eternidad. Saludemos la primavera, dueña de la vida – y efímera."

de “Cecília Meireles – Obra em Prosa”
(la traducción del texto es mía, entonces este post sigue también con un pedido de disculpa por el atrevimiento...)

Las acuarelas (flores de manacá-da-serra y aleluia) son de Jean Irwin Smith, tomadas de su libro “Que árvore é aquela?”.


Publicado por Tania

16 octubre 2006

En la aurora



Aurora, límite entre la noche y el mediodía, entre el mundo propio y la realidad con sombras ocultadas por la luz meridiana. En la aurora aun están presentes las múltiples sensaciones y señales de lo onírico y del inconsciente sobre la realidad convertida en continente de esas presencias, que se desvanecerán según avance el día, soterradas por el principio de realidad de la conciencia. La sucesión entre lo dionisiaco y lo apolíneo, la imaginación y la razón escrupulosa, entre sueño y vigilia, que tiene lugar en nosotros. La aurora, la hora en que estamos inundados de otros mundos que son también nuestros. En la aurora el límite entre los ríos oscuros que nos habitan y la existencia espacio temporal. La visión entre las tinieblas que se desvanecen y la ceguera que provoca la luz intensa, como paradoja cotidiana.

Publicado por JuanBM

09 octubre 2006

Notas sobre fotografía digital y poesía



“Que mi palabra sea
la cosa misma
creada por mi alma nuevamente”

Juan Ramón Jiménez


1

Con el nacimiento de la fotografía en 1.839 algunos predijeron la muerte de la pintura. Quienes así pensaban, lo hacían desde una concepción en el cual la pintura había sido hasta entonces el medio idóneo para la representación de la realidad y perdía su razón de ser, con el surgimiento de una actividad industrial (el negativo emulaba a la matriz o al molde) que desafiaba y superaba en “calidad” medida por su cuota de realismo. El retratista familiar de la élite social fue desplazado por el fotógrafo que conseguía un “mejor” resultado en términos realistas en menos tiempo y con un coste más reducido abarcando así a nuevas clientelas.

La fotografía democratizaba el uso social de imágenes y se convertía incluso en un patrón de representación que suplía el contacto directo con la propia realidad que representaba en términos de analogía: fotografía = realidad. Así nació el fotoperiodismo.

Sin embargo, librada la pintura de su servidumbre respecto a un concepto unívoco relacionado con la representación de la realidad, consiguió un nuevo estatus como medio artístico. El pintor buscaba y sondeaba nuevos campos referenciales de representación desde la abstracción, al simbolismo pasando por el expresionismo. El proceso ha sido rico en el transcurso de los dos últimos siglos. Al alejarse de la mera representación de la realidad la pintura incrementó su capacidad para expresar ideas y emociones a través de distintos procesos y estilos, creando distintos modos de producción, incluso en la utilización de nuevos materiales.

El pintor era capaz de decir con su paleta, con pincel o sin él, escapándose de una representación realista, mucho más que jugando a convertirse en mero reproductor o “copista”.

Más allá del uso comercial de la fotografía, el fotógrafo también ha vivido esa ambivalencia entre la representación de la realidad otorgada a la fotografía y el cuestionamiento del medio. Entre el mero documentalismo y la búsqueda de nuevas posibilidades creativas.

Fruto de esa ambivalencia la fotografía se ha movido en dos extremos. A un lado, los maquinistas y puristas que eliminaban cualquier reflexión artística. Así la fotografía resultaba del manejo de una buena cámara, no del ojo y de la capacidad de ver ( y quien ve, siente y piensa, y al revés). Un buen conocimiento técnico suplía la reflexión sobre el hecho fotográfico. La fotografía era el instante decisivo, la fidelidad al negativo que no se debía manipular nunca. Su reflexión los simples datos de la toma como si la marca de una cámara, un diafragma y un obturador lo explicasen todo..... Y muchas peleas (contra el grano buscando la analogía perfecta.....).

En el otro extremo, aquellos que cuestionaban el propio medio. Frente a la cámara profesional el manejo de cámaras manuales hechas con cualquier material, la fotografía estenopeica como acto de rebeldía. La búsqueda de antiguos procesos como la goma bicromatada, el vandyck que incrementaban desde la artesanía de la imagen como la capacidad de una nueva representación. También la utilización de soportes imposibles como la piedra.

Y en el fondo un profundo cuestionamiento sobre el hecho fotográfico: antes de aprender las tripas de este medio, había que detenerse en una cuestión previa, la búsqueda de la propia mirada, cuestionarse si la fotografía es igual a realidad o la fotografía era un ejercicio de subjetividad que empezaba con el encuadre, la elección del motivo, etc. preguntarse cuál era la idea o la emoción a representar y luego después de esta especie de ejercicio, venía la cocina del fotógrafo, su conocimiento técnico exhaustivo. (El laboratorio siempre parecía una cocina para ciegos realmente llena de ingredientes y de trucos que iban más allá de la toma fotográfica y de muchos secretos que muchos se negaban a compartir).

Y en cualquier caso delante de una fotografía dejarse arrastrar por su poder de emocionarnos, de decir y de sugerir...camino que nos llevaba a su autor y a su capacidad de ver y de representar, más allá de la simple referencia técnica que se convertía en un hecho secundario, porque la representación por sí misma perforaba la retina y llegaba a las profundidades.

2

Con la llegada de la fotografía digital, su versatilidad, la ilimitada capacidad de manipulación de la imagen y la generación de nuevas posibilidades de mostrar lo invisible, este medio también va a independizarse de la representación de “la realidad”, como hizo la pintura. La fotografía digital nos trae nuevos medios de representación a caballo entre pintura, fotografía, literatura fantástica y poesía, en una especie de mestizaje profundo.

Hay fotógrafos que se inspiran en estas artes, como hay poetas que traducen fotografías emocionantes a palabras.

¿Ceñirse al modo de los puristas a una unívoca representación de la realidad o jugar a experimentar encontrando nuestro propio decir? Y por qué no, ya puestos, fotografiar sueños, hacer visible lo invisible, representar símbolos e imágenes que nos habitan, expresar.....en vez de reproducir.... producir y crear como nunca antes fue posible. (Hacer fotomontajes nos llevaba semanas y muchas horas de laboratorio).

En cualquier caso lo que fundamente cada fotografía dependerá de lo que busquemos exactamente, si realmente creemos en nuestro trabajo y somos fieles a lo que queremos decir/ representar y lo conseguimos subordinando un proceso técnico que lógicamente tenemos que conocer.


3

La fotografía digital y la poesía

El fotógrafo que decide abarcar nuevos continentes de representación puede fotografiar sus sueños, las imágenes que le obsesionan, representar colores y atmósferas que traducen emociones. Juega a subvertir el orden de lo real representado y su lógica convencional, rompe su sintaxis yuxtaponiendo, para generar un nuevo decir. Realiza un proceso de investición que llena lo representado de nuevos significados, tocando otra partitura visual que combina otras asociaciones y connotaciones en nuevos contextos, cuya entraña sigue siendo como en la poesía, la emoción. Y todo ese inquietante material lo lleva a la obra fotográfica.

El poeta contemporáneo desde el simbolismo pasando por el surrealismo juega con parecido material, imágenes, símbolos (que se escapan más allá de las metáforas pues no tienen por qué tener correspondencia con la realidad). Juega con la visibilidad de las emociones, con su flor de piel, con escenas y situaciones (como si de una cámara de cine se tratara), con la ruptura con el propio lenguaje para multiplicar sus posibilidades expresivas en la realidad única que encierra todo poema (algo así como la solarización en fotografía), y todo este esfuerzo lo lleva a las palabras que son su materia prima. Nunca oímos como ahora palabras tales como plasticidad, imágenes visuales, dobles sensaciones (sinestesia, también la fotografía además de afectar al sentido de la vista introduce sensaciones táctiles), etc. para referirse a la obra de algún poeta.

Hay una clara hermandad profunda entre ambos medios, cuyo corazón pasa por la imagen y el símbolo. Puedo escribir una imagen pero también puedo construirla en una imagen fotográfica, como nunca antes. Puedo escribir mis emociones o fotografiarlas, o ambas cosas a la vez. En todo caso utilizaré palabras o píxeles para referenciar la interioridad. Lo que quiero decir/expresar. Puede que utilice paisajes como Antonio Machado para identificar estados afectivos. Puede que el silencio de las fotografías nos hable sin utilizar palabras manidas y desgastadas que ya nada dicen. La mirada se convertirá en la intra mirada que palpita donde la luna se derrama transida de misterio.

Publicado por JuanBM

02 octubre 2006

Realidad sumergida



El rostro negro que aparece en el sueño de un ciego.

El nacimiento humano que sucede
tras oír el silencio reiterado de dios,
donde el hombre herido se yergue
en la soledad ajena de los astros.

El poema que encontramos urdido en las entrañas
y que nunca es nuestro aunque nos adjudiquemos su autoría.

La mano invisible que nos arrebata
en la página de un libro abierto al azar
que dibuja los caminos
que conducen al jardín azul
debajo de las palabras.

Todo lo que nos entregaron en el silencio,
calidez, ternura y tiempo sin dueño,
que nos transciende y viaja
por nuestras manos y nuestros abrazos
a generaciones venideras.

El sueño que nos desnuda y deja su rastro
de verdad de zahorí sobre la orilla del alba
en la memoria de nuestra otra existencia.

El deseo como pájaro salvaje de llamas
que llega de continentes oscuros
a ser nuestra carne, nuestra fiebre y nuestra ansia.

El espejo roto convertido en ventana
que nos salva de nosotros mismos.


Publicado por JuanBM