21 enero 2007

Caminho do rio












"Para bichos e rios
nascer já é caminhar"

João Cabral de Melo Neto



Sigues con los pies descalzos por un camino de tierra rojiza y tienes los pájaros como compañeros. Bem-te-vi, João-de-barro, Beija-flor, Periquito, Sabiá.

Poco hace que ha amanecido, hay algo de pereza en los rayos de sol que se lanzan distraídos por entre los verdes de los arboles y bañan las ultimas gotas de rocío sobre el campo. Luz y sombra hacen dibujos en el suelo y en tu rostro, cual caricia suave que te hace sonreír.

Montañas verdes se dejan ver en abrazos con cielo y nubes, sientes que a ti también te abrazan. Una curva y otra y otra más, llegas al bosque. Un olor muy verde. Entras con respeto, todo es sagrado. Borboleta, grilo, flor, besouro, passarinho, fruta, lagarto, pedra, folha, mel.

Descansas un rato debajo de un gran árbol que te invitó a escuchar sus historias, él tiene la sabiduría de quien habita el bosque hace muchos siglos y guarda en el pecho añoranzas profundas.

Agradeces los cuentos del viejo ser de la floresta y vuelves a caminar. Entonces es cuando sientes que la tierra se hace cada vez más húmeda, y a la canción del viento con los arboles se suma un leve murmullo de aguas dulces...




Publicado por Tania

16 enero 2007

La mirada del silencio, y 2



Y allí, en el mapa y en el camino que el sol dibuja entre la sombras en la casa desierta, en sus muros que fueron continentes de días, de alegrías y tristezas, aún barcarolas y fanales deshilachados que resuenan en la partitura del tiempo.

Allí, el silencio abre su presencia y sus blancas estancias y deja por un momento reconocer que es la urdimbre fértil tejida de esperanzas que sostiene el presente y viaja al futuro a través de nosotros, día a día, hora a hora, beso a beso, anhelo a anhelo.



“La contemplación de las ruinas ha producido siempre una peculiar fascinación, sólo explicable si es que en ella se contiene algún secreto de la vida, de la tragedia que es vivir humanamente y de aquello que alienta en su fondo; de algún ensueño de libertad aprisionado en la conciencia y que, sólo ante la contemplación de algo que objetivamente lo representa, se atreve a aflorar....”

María Zambrano

Las ruinas



10 enero 2007

La mirada del silencio, 1

Descifras el silencio con los ojos desnudos. Con esa primera mirada vas descubriendo en la casa desierta y abandonada la vida que te precedió. La tenue verdad en la canción de las sombras que el sol acaricia en los muros desconchados. Descubres allí el estigma de la existencia, el palpitar que vive en el silencio, en el río invisible del tiempo.

Y por un momento imaginas las viejas canciones, las mismas preguntas, las mismas soledades, los mismos anhelos, los mismos sueños en el aire, los mismos dolores del viejo oficio de existir. El mismo misterio que urde el presente como un libro escrito en un idioma indescifrable donde se relata la hermandad de los hombres.




Estas fotografías se han construido utilizando viejas fotos encontradas en mercadillos sin ningún tipo de referencia que las contextualize, sin autor ni fecha. Forman parte de una vida cotidiana lejana. Las elegí por la emotividad que despertaban. Han sido superpuestas gracias a la fotografía digital a muros abandonados de varios pueblos cada vez con menos habitantes. Allí donde tuvo lugar sencillamente la vida que ya pertenece al silencio.

(También están inspiradas en aquel hacer de hace tiempo con la emulsión líquida para trabajar en piedra o la goma bicromatada aplicada a otras superficies que no fueran el manido papel).

Al hacer la serie tuve la impresión de que, pese a la mudez de los muros y de las propias fotografías, tenían el poder de hablar a través de lo que reflejaban.

Hay un uso de la fotografía que tiene que ver con lo emocional, sin la fotografía nunca hubiésemos puesto rostros a alguno de nuestros antepasados ni a nuestra propia niñez. Es la apoyatura de la memoria viva y oral. Capaz de despertar del silencio otras realidades.

Es una serie de muchas fotos de las que he seleccionado algunas para publicar, que divido en dos partes. Ésta es la primera.


Publicado por JuanBM

04 enero 2007

Dessas pequenas armadilhas da ternura

Acorrentados
Paulo Mendes Campos

"Quien colecciona sellos para el hijo de un amigo; quien despierta en la madrugada y se estremece en el disgusto de si mismo al recordarse que hace muchos años hirió a quien amaba; quien llora en el cine al ver el reencuentro de padre y hijo; quien sostiene en la mano una lagartija y le hace una carícia con los dedos; quien se detiene en el camino para ver mejor una flor campesina; quien se ríe de sus propias arrugas; quien decide dedicarse al estudio de una lengua muerta tras un fracaso sentimental; quien busca en la ciudad los trazos de la ciudad que ya fue; quien se deja tocar por el símbolo de una puerta cerrada; quien cose ropas para los lázaros; quien envía muñecas para las hijas de los lázaros; quien habla a una visita poco familiar: a mi papá sólo le gustaba esta silla; quien envia libros a los presidiarios; quien se conmueve al ver pasar, de pelos blancos, aquel o aquella, maestro o maestra, que era el más brillante del colegio; quien compra lechugas frescas para el canario; quien se acuerda todos los días del amigo muerto; quien nunca abandona los rituales de la amistad; quien guarda, cuando le regalaron, el encendedor que ya no funciona más; quien, no teniendo la costumbre de beber, hace una llamada internacional en el segundo whisky para conversar con el amigo o amiga; quien colecciona piedras, botellas y ramas secas; quien pasa más de diez minutos haciendo mágicas para los niños; quien guarda las cartas de amor con un lazo; quien sabe construir una buena hoguera; quien entra en delicado éxtasis frente a viejos troncos, musgos y líquenes; quien intenta decifrar en el dibujo de la madera el jeroglífico de la existencia; quien no siente timidez en proclamar que la puesta de sol es una perfección; quien se desata en sonrisas al ver una cascada; quien lleva en serio los transatlánticos que pasan; quien visita en soledad los lugares donde ya fue feliz o infeliz; quien, de repente, liberta los pájaros de sus jaulas; quien siente compasión por la persona amada y no sabe explicar la razón; quien cree que adivina el pensamiento de un caballo; todos ellos son presidiários de la ternura y andarán por todas las partes amarrados, atados a los pequeños amores de la trampa terrestre."

de O Anjo Bêbado
"Traduccion casera". Pintura de Portinari (www.portinari.org.br)




Un nuevo año da sus primeros pasos. Que él sea sea generoso de esos pequeños momentos iluminados por la ternura. Esos transparentes instantes de emoción que no podemos retener con las manos pero que, sin embargo, son eternos. Que por tanta sencillez arrebatan nuestro frágil corazón humano y dan sentido a esa misteriosa aventura que llamamos vida.


Publicado por Tania