16 octubre 2010

Tres miradas


Estimados amigos y amigas:

El próximo 22 de octubre se inaugura esta exposición en la qiue participo junto a ANTONA  y FRANCISCO ORTIZ en la Biblioteca Carlos Fuenes de la ciudad de Xalapa en México.

Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a GRACIELA BARRERA, pues es ella quien la ha organizado con todo ese empeño que la caracteriza, sin su esfuerzo no hubiera sido posible. También quiero agradecer a BLANCA OLGUÍN, quien ha diseñado el cartel de la exposición y las invitaciones.

El texto de presentación lo ha escrito CARLOS MANZANO, a quien también agradezco sus palabras para la ocasión.

TRES MIRADAS

Pocas artes expresan con tanta precisión el poder de la mirada como la fotografía. No en vano, la fotografía consiste básicamente en eso: un ejercicio preconsciente y obsesivo de mirar, de captar los mil y un matices que pueblan no solo el mundo exterior sino también (o sobre todo) nuestro mundo interior. Su objeto, por ello, no depende tanto de lo que hay como de lo que vemos: nunca dos fotógrafos tomarán idéntica instantánea en un mismo espacio. Es la mirada lo que determina el sentido, lo que confiere cualidad al objeto. Y nada mejor que la obra de estos tres fotógrafos para hacernos comprender en su auténtica dimensión el poder teúrgico de la mirada.

Antona, Juan Bautista Morán y Francisco Ortiz son tres fotógrafos con una dilatada carrera a sus espaldas. Cada uno de ellos posee su peculiar idiosincrasia a la hora  de mirar: la mujer, la feminidad, la sensualidad, la poesía, el mundo onírico, los deseos incognoscibles, lo cotidiano, la ciudad, la vida… todo lo que en definitiva nos hace sentirnos vivos y nos convierte en seres sensibles que no solo están sino que sobre todo son. Las imágenes de estos tres fotógrafos son órganos vivos que quieren establecer con el espectador una íntima comunicación donde la conjunción de ambas miradas (la del fotógrafo y la del espectador) sea capaz de producir un nuevo y genuino significado, esa magia inefable que solo es capaz de generar la obra artística. Esta exposición es también una invitación a mirar, a indagar, a interrogar por parte del espectador a cada una de las imágenes, porque del dialogo surge siempre la expresión, y de la expresión se nutre inevitablemente la belleza. Tres miradas podría ser, visto así, diez, cien, mil miradas. Porque toda mirada es única, y porque cada uno de nosotros debe establecer los límites y el alcance de la suya propia. O lo que es lo mismo: su personal visión de la vida.

Carlos Manzano
Zaragoza, España