No es un relato de Kafka aunque tiene todos los ingredientes de una pesadilla que se vuelve real, es que en la fría Europa hay personas a nuestro lado, en nuestro mundo que se han vuelto invisibles para sobrevivir, que no tienen más remedio que pasar desapercibidas, aguantar cualquier situación sin apoyos ni redes sociales…han sido tachadas de “ilegales”, ese es el nuevo estigma, Esta expresión tan usada, tan ya familiar e incuestionable, traída y llevada en medios de comunicación, ya de por sí lo dice todo, aunque ni ser persona ni ser inmigrante sin papeles sea un delito en el código penal de este país, al menos por el momento. (En Italia ya lo es, ya hay personas ilegales por el hecho de la migración irregular, encarcelados como meros delincuentes).
Desde un punto de vista constitucional sólo es un incumplimiento administrativo y sin embargo los inmigrantes irregulares pueden ser “retenidos” hasta 80 días en lugares que no dejan de ser ámbitos carcelarios. En la práctica detenidos hasta su expulsión, que en muchos casos no es a sus países de origen. Europa entera esta regida por una ley muy similar a la que quería imponer el gobernador del Estado de Arizona en los EEUU, esa a la que se ha opuesto el presidente Obama, en un país donde hay entorno a 10 millones de inmigrantes irregulares.
Esta entrada también podría titularse volverse miope e insensible, no querer ver al ser humano anteponerle el nuevo y sacrosanto estigma, que le transforma socialmente en un otro peligroso. De hecho para eso sirven los estigmas, para negar los derechos de seres humanos, para dejar de verlos y tratarlos como tales, para perderles el respeto. De la guerra fría y los muros hemos pasado a construir férreas fronteras contra las personas, una Europa fortaleza, donde esos otros son "procesados" sin haber cometido ningún delito como en aquel relato de Kafka.
De la serie Cabaret Babel