12 abril 2010

O poeta e as flores

I – O poeta e as flores

Tenho a alma cheia de flores quando abro um livro de Eugénio de Andrade. Não sei explicar de outro jeito. Lembro o azul no céu na descoberta de um verso inicial. Ainda não sabia nada do poeta português e as suas palavras foram pássaro no peito. “Voa coração. Ou então arde.”.
E foi difícil encontrar um primeiro livro deste lado do mar. Um dia, caminhava pelo centro de São Paulo e a confusão de gente e de barulhos me atordoava, notei um sebo e pensei ser um bom esconderijo, por um momento que fosse. E era um desses adoráveis lugares que não arrumam tudo em ordem alfabética - assim, as suas estantes são cheias de surpresas. Sem pressa, deslizamos nossas mãos pelas texturas das capas, uma a uma, até que algo nos chama a atenção. Quando nos damos conta, já estamos mergulhados em um novo mundo de palavras, entre as folhas muitas vezes amareladas do tempo.
A primeira página tinha sido arrancada, o que me entristeceu. Na segunda, seguia uma dedicatória - que então não li por algum pudor, como o de invadir a intimidade das palavras ofertadas e, sabe-se lá a razão, um dia abandonadas. Procurei um velho banco de madeira no fundo da livraria. E tão logo a sensação de um jardim. Quando os poemas se abrem em pétalas.
Me esqueci do que tinha para fazer naquele sábado. Voltei para casa com o inesperado presente e alguns ramos de flores comprados no caminho. Abri as janelas, deixando a claridade entrar. Quando regressei ao livro, me detive na dedicatória. Em agosto de 84, alguém em Lisboa desejou a alguém no Brasil que o encontro com o poeta lhe fizesse descobrir, a cada dia, mais beleza em sua vida. E pensei novamente que nunca saberia o motivo daquela outra página, arrancada a força. E que de verdade, aqueles poemas faziam a vida mais bela. Era um fim de tarde. As flores perto da janela estavam iluminadas pelo sol, suavemente.

***

Tengo el alma llena de flores cuando abro un libro de Eugénio de Andrade. No sé explicarlo de otra manera. Me acuerdo el azul del cielo en la descubierta de un verso inicial. Aun nada sabía del poeta portugués y sus palabras fueron pájaro dentro del pecho. “Voa coração. Ou então arde.".
Y fue difícil encontrar un primer libro de este lado del mar. Un día, caminaba por la región central de São Paulo y la confusión de gente y de ruidos me aturdía. Percibí una tienda de libros usados y pensé que sería un buen sitio para esconderme un rato. Y era uno de esos deliciosos lugares que no organizan todo en orden alfabética – así, sus estanterías son llenas de sorpresas. Sin prisa, deslizamos nuestras manos por las texturas de las portadas, una a una, hasta que algo llama nuestra atención. Cuando nos damos cuenta, ya estamos sumergidos en un nuevo mundo de palabras, entre las hojas muchas veces amarillentas del tiempo.
La primera pagina había sido arrancada, lo que me entristeció. En la segunda, seguía una dedicatoria - que no leí entonces tomada de algún pudor, como el de invadir la intimidad de palabras ofrecidas y después, por alguna razón, abandonadas. Busqué un viejo banco de madera al fondo de la tienda. Y tan pronto la sensación de un jardín. Cuando los poemas se abren en pétalos.
Me olvidé de lo que tenía para hacer aquel sábado. Regresé a casa con el inesperado regalo y algunas ramas de flores compradas en el camino. Abrí las ventanas dejando que la claridad entrara. Cuando regresé al libro, me detuve en la dedicatoria. En agosto de 84, alguien en Lisboa deseó a alguien en Brasil que los versos del poeta le hiciesen descubrir, cada día más, la belleza en su vida. Y pensé nuevamente que nunca habría de saber la razón de aquella otra pagina, arrancada a la fuerza. Y que de verdad, aquellos poemas hacían la vida más bella. Era un fin de tarde. Las flores cerca de la ventana estaban iluminadas por el sol, suavemente.

II - Colheita de versos de Eugénio de Andrade

O sorriso

Creio que foi o sorriso,
o sorriso foi quem abriu a porta.
Era um sorriso com muita luz
lá dentro apetecia
entrar nele, tirar a roupa, ficar
nu dentro daquele sorriso.
Correr, navegar, morrer naquele sorriso.

Improvisasión en la madrugada

Húmedo de besos y de lágrimas,
ardor de tierra con sabor a mar,
en el mío tu cuerpo se perdía.

(Deseo de ser barco o de cantar.)

As mãos e os frutos

Só as tuas mãos trazem os frutos.
Só elas despem a mágoa
destes olhos, e dos choupos,
carregados de sombra e rasos de água.

Só elas são
estrelas penduradas nos meus dedos.
- Ó mãos da minha alma,
flores abertas aos meus segredos.

Cuando en silencio pasas...

Cuando en silencio pasas entre las hojas,
un ave renace de su muerte
y agita las alas de pronto;
tiemblan maduras todas las espigas
como si el mismo día las doblase,
y gravemente, comedidas,
se detienen las fuentes para beber tu rostro.

Coração Habitado

Aqui estão as mãos.
São os mais belos sinais da terra.
Os anjos nascem aqui:
frescos, matinais, quase de orvalho,
de coração alegre e povoado.

Ponho nelas a minha boca,
respiro o sangue, o seu rumor branco,
aqueço-as por dentro, abandonadas
nas minhas, as pequenas mãos do mundo.

Alguns pensam que são as mãos de deus
— eu sei que são as mãos de um homem,
trémulas barcaças onde a água,
a tristeza e as quatro estações
penetram, indiferentemente.

Não lhes toquem: são amor e bondade.
Mais ainda: cheiram a madressilva.
São o primeiro homem, a primeira mulher.
E amanhece.

Canción con gaviotas en Bermeo

¿Es marzo o abril?
Es un día de sol
cerca del mar.
Es un día en que toda mi sangre
es rocío y carícia.

¿De qué color te has vestido?
¿De madrugada o limón?
¿Qué nubes miras, qué colinas altas,
mientras apartas el rostro
de las palabras que escribo
de pie, exigiendo
tu amor?

¿Es un día de mayo?
Un día en que tropiezo
en el aire
buscando el azul de tus ojos,
en que tu voz
dentro de mí pregunta,
insiste:
¿Se te fue la melancolía,
amigo mío del alma?

¿Es junio? ¿Es septiembre?
Es un día
en que estoy cargado de ti
o de frutas,
y tropiezo en la luz, como un ciego,
buscándote.

Madrigal

Toda a manhã
fui a flor impaciente
por abrir.

Toda a manhã
fui ardor
do sol
no teu telhado.

Toda a manhã
fui ave
inquieta
no teu jardim.

Toda a manhã
fui ave ou sol ou flor
secretamente ao pé de ti.

Al oído

Quedate un poco más, háblame
de la tierra iluminada
abriéndose a la última llama

del verano; tú conoces
su sed, su respiración.
Un poco más. Sé

como el soplo de la tarde, acaricia,
aun con mano pequeña,
lo que en el fondo de la noche

queda de la mañana; háblame de la leve
embarcación del viento, que se lleva
consigo el polvo, el sedimento

del tiempo derramado por el suelo.
La tierra es buena; al oído
vuelve a decírmelo.

***

* Los poemas en español tienen traducción de Ángel Campos Pámpano, en el libro “Todo el oro del día” (Editorial Pre-textos. Valencia, 2004).

11 comentarios:

MaLena Ezcurra dijo...

Andrade siempre me besa el alma.

Merci.


M.

Isabel Mercadé dijo...

Qué hermoso lo que dices del poeta, y su poesía, ese "tener el alma llena de flores".
Un abrazo.

Arturo Ávila Cano dijo...

Hermosa Tania, te agradezco el haber publicado estos poemas que me llegan como un regalo para este lunes, y los cuales tomaré prestados para hacerle el día a alguien más.
Un gran abrazo estimada amiga.

José Antonio Fernández dijo...

Los poemas de Andrade son una maravilla, para empezar bien el día y el texto que los precede engancha, de ahí sale un buen relato, ese libro encontrado, la dedicatoria, esa hoja arrancada, vamos que me ha gustado la lectura.
Un saludo, Tania.

MS dijo...

Penso que foi a homenagem mais bela que li ao poeta Eugénio de Andrade!
Aromatizada de flores e de sentires! Linda!

E, no entanto, eu que sinto a poesia de Eugénio de Andrade tal como a descreveu aqui, não gostava do homem que escrevia com tal sensibilidade e delicadeza!

Esqueci o homem e passei a sentir apenas o criador, o poeta.

Tenho todos os seus livros! Em cada um, eu me deliciei sempre mais e mais! De uma delicadeza! Com esse aroma de flores... e frutos!

Quando lemos Eugénio de Andrade, tudo em volta se transforma e cheira a terra, mar, flores, frutos, os quatro elementos da sua poética.

Foi um prazer lê-la de novo! E como gostei deste seu texto de fragrâncias mesclado!

Um abraço,

Nota - Compreendo o seu pudor em ler a 'dedicatória' de um livro que já foi pertença intimista de alguém.
Já me aconteceu o mesmo...

Também tenho esse amor, esse seu jeito pelos livros e pelos alfarrabistas (suponho que se dirá 'sebo' aí)!

Clarice Baricco dijo...

Es el poeta que nos entregaste. Y lo guardamos. Pero, pero, en este momento la foto me tiene impregnada. Es preciosa. Y me la robo.
Tu texto, uf, te imaginé y tengo ganas de que yo repita esa escena.

Gracias hermosa Tania.

Besos a Juan.

Juan B. Morán dijo...

Querida Tania:

Tu entrada tan especial. Como te decía creo que los poetas viven muchas veces y reviven, como ha hecho ahora Andrade y también en nosotros.

Dibujas tamnién con tus palabras el destino de los libros con su propio misterio, porque ellos en cierta forma cambian nuestro destino. No sería como soy si no fuera por el encuentro con alguno que me hizo pensar, también sentir. Los libros sirven para vivir, los libros sirven para cultivar ese cierto aire de libertad que nos podemos permitir cuando nos dejamos llevar por el vuelo de la palabra.

Un abrazo

poetaeusou . . . dijo...

*
interessante Blog,
,
parabens,
,
saudações.
ficam,
,
*

Tania dijo...

Caros amigos: muchas gracias por vuestros comentarios.

Hola Malena, me alegro de ver tus pasos nuevamente por esta casa. También mi alma es besada por la poesía de ese poeta. Gracias por volver.

Bel: es curioso, pues desde el inicio relacioné a la poesía de Eugénio de Andrade, las flores. No es algo pensado, sino sentido. Por cierto... muchas felicidades a ti por el cumple de tu casa llena de sensibilidad.

Arturo, me alegra que te gustaron los poemas y más todavía, porque los compartiste. A ti también felicidades por tu proyecto, las fotos que pude ver en tu blog son bellísimas, llenas de inspiración.

José Antonio: gracias por tu comentário. Ya he visitado muchas veces tu espacio y estoy impresionada con la fuerza de tu poesía, lo que haces con las palabras y con el ritmo tejido en los poemas es tan hermoso.

Olá Miosotis, o prazer pelo regreso da leitura é recíproco. E lhe conto que a poesia portuguesa me fascina, quem me dera pudesse encontrar nas livrarias daqui, todos os livros de Eugênio de Andrade, Herberto Helder, Antonio Ramos Rosa, ah... não imagina como a minha lista de desejos é enorme. Tomara um dia...

Graciela... siempre pienso que el corazón es un lugar lleno de lugares poblados de imagines, así imagino que hay un lugar en el tuyo como un jardin, donde las flores se mezclan con los libros... Y acerca de la foto, ¿pues yo también no te robo las tuyas? (gracias por ser siempre tan generosa).

Ah, Juan, es así como dices, de la vida de los poetas que atraviesa el tiempo en su poesía. Y es hermoso saber de esa eternidad de la poesía y que hay tantas voces aun por se conocer. A veces estamos en la mitad de un día comun y de repente, el encuentro con algunas pocas palabras, lo hace un día extraordinário.

Hola Poetaeusou, sé muy bievenido a esta casa.

A todos, um grande abraço e feliz final de semana.

AnaM.M.N dijo...

Magistral Andrade.Maravilloso Andrade.Y la referencia del libro me ha parecido de una sensibilidad poética conmovedora.

Un abrazo desde este norte, cercano precisamente a las gaviotas de Bermeo.

Tania dijo...

Hola Ana,

Me quedo imaginando qué hermoso habrá de ser ese Norte, por donde vuelan esas gaviotas, y nacen poemas…

Gracias por venir.

Un abrazo a ti también.