22 abril 2008



He abierto los viejos ventanales de los desvanes olvidados
como se abren los ojos de un ciego de par en par
para que entre lo invisible que trae el aire:
la pequeña voz de días luminosos
que vive en los arrabales y cantan los pájaros,
que viaja con la lluvia y salta las altas tapias.
El pequeño rumor de un cuerpo estremecido
en su leve susurro que huele a limoneros en flor.

8 comentarios:

ev dijo...

¿cómo sentirá un ciego la luz?
estoy segura que la siente...
no tocará su iris pero toca todo su cuerpo
y no es calor
cuanta luz en una sonrisa
¿has visto que no tienen color?

Preciosas obras y palabras
Hola Tania, hola JuanBM
Un abrazo

Tania dijo...

Querido Juan,

Me encanta la levedad del poema, me hace sonreír. La suavidad del gesto que abre la ventana y la sencillez (y inmensidad) de esas cosas invisibles que dejas entrar... ¿Sabes? me gusta creer que cosas que nos salvan, por más olvidadas que a veces estén dentro de nosotros, pueden despertar con un pequeño y sincero gesto.
La foto es preciosa y creo que la guardaré, junto al poema, entre las páginas de un hermoso libro que ando leyendo... :) Beijos!



Ev: hola y un abrazo para ti también :)

carmen dijo...

Es que la primavera despierta más de un sentido...inundarnos en ellos y flotar..
Bellísima foto Juan..
Un saludo

Isabel Barceló Chico dijo...

Realmente bello y onírico este post, en el que armonizan maravillosamente el poema y la foto. Felicidades, querido amigo.

livia soares dijo...

Nossa, que lindo, Juan.
Que bom que vc e Tania continuam aqui.
Já vêem que voltei nostálgica e sentimental.
Um abraço.

Nena Dolores dijo...

Belíssimo, sem palavras...
Aliás, estive passenado pelosposts e muitos me tocaram, dentre eles, esse.

Abraços!

Juan B. Morán dijo...

Gracias por esa sonrisa entre la luz, Ev.

Tania, siempre tan certera...las realidades que nos salvan tienen ese aire invisible.

Gracias, Carmen, sí la primavera también me despierta los sentidos.

Isabel, he vuelto a Roma, como los hijos pródigos y me sigue fascinando tu hacer.

Gracias, Livia y Nena, por vuestras palabras y por vuestro hacer.

Un abrazo

Anónimo dijo...

"El pequeño rumor de un cuerpo estremecido"
Hermoso verso.

Gracias.