23 octubre 2006

Um pouco de Primavera

Por veces, siguen días y (tantos) días grises. Miras ansiosamente hacia el cielo y nada de sol, nada de azul, de luna o estrellas... sólo nubes pesadas, lluvía, frío, tristezas...

Pero una mañana abres la ventana de tu casa y te sorprendes con el sol invadindo todas las partes, un cálido rayo hace una caricia delicada en tu rostro y el cielo azul es como un dulce abrazo... Sales a caminar por tu barrio, todas las ventanas ya están abiertas, niños juegan en la calle, te das cuenta de los arboles tan floridos – ¡tantos rosas y violetas y amarillos! -, y en el jardín de una casa antigua margaritas bailan al sabor de un viento leve, y un canto de pájaros traviesos... Fue de repente, y todo se ha llenado de luz y color, de sonrisas y ternura.

Por veces, ella se retrasa un poco. Pero la Primavera siempre llega...

(sencillamente)


PRIMAVERA

Cecília Meireles


"La primavera llegará, aunque nadie más sepa su nombre, ni crea en el calendario, ni posea un jardín para recibirla. La inclinación del sol va dibujando otras sombras; y los habitantes de los bosques, esas criaturas naturales que aún se mueven por el aire y por el suelo, empiezan a preparar su vida para la primavera que llega.

Delicados clarínes que no escuchamos deben sonar dentro de la tierra, en ese mundo confidencial de las raíces, - y mensajeros sutiles despertarán los colores y perfumes y la alegría de nacer, en el espíritu de las flores.

Hay bosques de rododendros que eran verdes y ya están todos rosados, como los palacios de Jaipur. Voces nuevas de pájaros empiezan a ensayar las arias tradicionales de su nación. Pequeñas mariposas blancas y amarillas apresuradas por el aire, - y seguramente conversan: pero tan bajito que no se entiende.

(...)

Pero es cierto que la primavera llega. Es cierto que la vida no se olvida, y la tierra maternalmente se adorna para las fiestas de su perpetuación.

Algun día, tal vez, nada más será así. Algun día, tal vez, los hombres tendrán la primavera que desearen, en el momento en que la quisieren, independientes de este ritmo, de este orden, de este movimiento del cielo. Y los pájaros serán otros, con otros cantos y otros hábitos, - y los oídos que por acaso los escucharen no tendrán nada más que ver con todo lo que, otrora, se comprendió y se amó.

Mientras hay primavera, esta primavera natural, prestemos atención al susurro de los pájaros nuevos, que dan besitos al cielo azul. Escuchemos estas voces que andan en los arboles, andemos por estos caminos que todavía mantienen sus sentimientos antiguos: lentamente están siendo tejidos los manacás violetas y blancos; y la elforbia se hace bellísima, en cada corona roja que se desdobla. Los capullos blancos de las gardenias aún están siendo envueltos alrededor del perfume. Y flores campesinas se despiertan con sus ropas de tejidos multicolor.

Todo esto para brillar un solo instante, para ser lanzado al viento, - por fidelidad a la obscura simiente, a lo que viene, en la rotación de la eternidad. Saludemos la primavera, dueña de la vida – y efímera."

de “Cecília Meireles – Obra em Prosa”
(la traducción del texto es mía, entonces este post sigue también con un pedido de disculpa por el atrevimiento...)

Las acuarelas (flores de manacá-da-serra y aleluia) son de Jean Irwin Smith, tomadas de su libro “Que árvore é aquela?”.


Publicado por Tania

5 comentarios:

Juan B. Morán dijo...

Hermosa la primavera a través de ti, de tus palabras. "La primavera llegará", también la de los pueblos y las personas. La naturaleza recuperada como algo incontenible que lo desborda todo. La primavera universal que no sabe de fronteras ni de leyes.Y al otro lado del mundo el otoño nos trae el último amarillo, el ocre, el color rojizo del último fuego.

Besos

Gonzalo Villar Bordones dijo...

pronto, habrá demasiada primavera.

Anónimo dijo...

La primavera y el naciemiento de lo esperado!
Gracias por tan hermosas letras!
Besos

La puta que no te parió dijo...

Espero, deseperadamente a veces, la primavera de la que habla Juan para disfrutar plenamente de la primavera de Tania.
Una más hermosa que la otra y tan necesarias entre sí que duele no tenerlas a ambas en un mismo tiempo.
Besos a todos por aquí!

Gonzalo Villar Bordones dijo...

escribes con tinta de esperanza.