
Como la semilla que recorre misteriosos caminos para hacerse flor, así algunas palabras nos buscan. Y se hacen flor, pájaro, luz y sueño. A veces llegan dentro de la lluvia e iluminan la vida de azul. Barcos en el cielo, nubes en el mar. Estremecimiento de río con sed de poesía. Vestidas de ternura, acarician nuestros labios como brisa de primavera. Y se hacen flor, pájaro, luz, sueño.
Há palavras que nos beijam
Há palavras que nos beijam
Como se tivessem boca.
Palavras de amor, de esperança,
De imenso amor, de esperança louca.
Palavras nuas que beijas
Quando a noite perde o rosto;
Palavras que se recusam
Aos muros do teu desgosto.
De repente coloridas
Entre palavras sem cor,
Esperadas inesperadas
Como a poesia ou o amor.
(O nome de quem se ama
Letra a letra revelado
No mármore distraído
No papel abandonado)
Palavras que nos transportam
Aonde a noite é mais forte,
Ao silêncio dos amantes
Abraçados contra a morte.
Alexandre O'Neill
Notas: Las bellas imagenes son de Gabriel Pacheco, que se dedica al bonito oficio de ilustrar libros infantis y juvenis. He descubierto su blog hace pocos días y me he encantado con sus ilustraciones. Tanto que no resistí en pedirle prestadas algunas para mostrarlas aquí, y he recibido una respuesta generosa. Os invito también a conocer un poco de su mundo poético y lúdico – haciendo un clic en: gabriel-pacheco y en: pencil-ilustradores.
Muchas gracias por compartir, Gabriel.
Alexandre O´Neill es otro poeta portugués que me encanta y ya hace algun tiempo deseaba compartir con vosotros este poema, una vez más para hacer homenaje a las palabras, con sus misterios y magias que tanto nos maravillan.
Abraços a todos.