
"Para bichos e rios
nascer já é caminhar"
João Cabral de Melo Neto

Sigues con los pies descalzos por un camino de tierra rojiza y tienes los pájaros como compañeros. Bem-te-vi, João-de-barro, Beija-flor, Periquito, Sabiá.
Poco hace que ha amanecido, hay algo de pereza en los rayos de sol que se lanzan distraídos por entre los verdes de los arboles y bañan las ultimas gotas de rocío sobre el campo. Luz y sombra hacen dibujos en el suelo y en tu rostro, cual caricia suave que te hace sonreír.
Montañas verdes se dejan ver en abrazos con cielo y nubes, sientes que a ti también te abrazan. Una curva y otra y otra más, llegas al bosque. Un olor muy verde. Entras con respeto, todo es sagrado. Borboleta, grilo, flor, besouro, passarinho, fruta, lagarto, pedra, folha, mel.
Descansas un rato debajo de un gran árbol que te invitó a escuchar sus historias, él tiene la sabiduría de quien habita el bosque hace muchos siglos y guarda en el pecho añoranzas profundas.
Agradeces los cuentos del viejo ser de la floresta y vuelves a caminar. Entonces es cuando sientes que la tierra se hace cada vez más húmeda, y a la canción del viento con los arboles se suma un leve murmullo de aguas dulces...

nascer já é caminhar"
João Cabral de Melo Neto

Sigues con los pies descalzos por un camino de tierra rojiza y tienes los pájaros como compañeros. Bem-te-vi, João-de-barro, Beija-flor, Periquito, Sabiá.
Poco hace que ha amanecido, hay algo de pereza en los rayos de sol que se lanzan distraídos por entre los verdes de los arboles y bañan las ultimas gotas de rocío sobre el campo. Luz y sombra hacen dibujos en el suelo y en tu rostro, cual caricia suave que te hace sonreír.
Montañas verdes se dejan ver en abrazos con cielo y nubes, sientes que a ti también te abrazan. Una curva y otra y otra más, llegas al bosque. Un olor muy verde. Entras con respeto, todo es sagrado. Borboleta, grilo, flor, besouro, passarinho, fruta, lagarto, pedra, folha, mel.
Descansas un rato debajo de un gran árbol que te invitó a escuchar sus historias, él tiene la sabiduría de quien habita el bosque hace muchos siglos y guarda en el pecho añoranzas profundas.
Agradeces los cuentos del viejo ser de la floresta y vuelves a caminar. Entonces es cuando sientes que la tierra se hace cada vez más húmeda, y a la canción del viento con los arboles se suma un leve murmullo de aguas dulces...

Publicado por Tania