27 agosto 2006

Su mirada es una puerta abierta


Su mirada es una puerta abierta
en mitad de la ciudad cerrada
desde donde me llama el rumor de un bosque,
el bosque secreto de su existir.

Umbral silencioso y cristalino
donde comienza un camino frágil
como una lluvia pequeña que cala,
tanto que cierro los ojos
y puedo seguir viéndola a ella,
y en ese umbral de luces y gozos tiemblas.

Su mirada, donde llega el rumor de humedales,
donde una barca de bruma
amarrada entre juncos largo tiempo
espera su otro pasajero viaje al clamor,
meciendo las aguas ensimismadas
que cubren las raíces del otro viejo árbol de la vida.
Allí donde las palabras tejen su mimbre
con blanca vestidura de viento, dibujando su desnudez.
Allí, selvas en penumbra y arenas de sol,
en el viaje hacia el ocaso que revive tras la ciudad ciega,
donde la hiedra esconde las manos entregadas
en el oficio de tejer caricias
abriendo el temblor y el silencio,
como se abren cartas olvidadas de derrotas y otoños
y el tiempo recobrado que surca la piel estremecida
en el puro son de la vida.

Y esas manos que tejen caricias abren los cuerpos,
la memoria y el símbolo de la palabra perdida
donde mana lo que se quedó en la sombra
y en el lodo del tiempo
y en largas callejuelas de soledades
llenas de olvido en el descomunal vacío.

Abren el doloroso intento de amar la vida
en el equinoccio de un cuerpo encendido,
el puro ser esculpido en su reflejo de hemistiquios.

El doloroso intento de hacer la vida.
La canción azul que brota como manantial
de misterios que dibujan ternuras
en los páramos de la escarcha del dolor.

Abren la lluvia de la tempestad que deshace
la faz de lo cotidiano de un día,
y otro, y otro y otro más,
tan vacíos como el silencio de las cosas,
y descubre las cenizas de los días que nos labran,
la intemperie, la caricia y la cicatriz,
la memoria olvidada de amor y dolor,
la presencia frágil donde toda belleza nace.

Abren los ojos, los territorios ignotos, la silenciosa salvación del amor,
los jardines perdidos donde libres nos atrevimos
a tomar una mano, a besar unos labios;
la consumación del corazón que se entrega,
la balsa del naufrago, el oasis de todas las noches de ciénagas,
la palabra sensitiva de la carne alzada en el silencio
en la ceremonia desnuda del ansia.

Y todo brota del mismo costado herido
como embocadura de guitarras,
donde se oye un ser oscuro
que vaga por un camino de niebla y lava.

Y renovado ese amor a la vida que pasa por ella,
dejas un beso en sus labios,
un abrazo entre sus brazos abiertos,
el calor de tu cuerpo en el suyo.
Dejándolos ser volcán o violetas,
furia o nube, canción o azul,
que ella guardará en las entretelas de su vivir,
como tú guardarás su mirada querida
que ya habita en ti.



Publicado por JuanBM

23 agosto 2006

Das recordações

" El recuerdo de la vida de uno se guarda en trechos diferentes, cada uno con su signo y su sentimiento, los unos con los otros creo que no se mezclan. Contar seguido, hilvanado, sólo siendo cosas de rasa importancia. De cada vivimiento que yo, real, tuve, de alegría fuerte o pesar, de cada vez veo que yo era como si fuese directamente persona. Sucedido desgobernado. Así me parece, así es como lo cuento. Usted es bondadoso al oírme. Hay horas antiguas que han quedado mucho más cerca que otras de reciente data. Usted mismo lo sabe."

Riobaldo, personaje de Gran Sertón Veredas
João Guimarães Rosa

dibujo de Portinari (http://www.portinari.org.br/)


Publicado por Tania

07 agosto 2006

HERANÇA

Antes de todo, mi agradecimiento al amigo,
al poeta, por el compartir de esta casa
inundada de poesía, llena de vida.
Generosidade sem tamanho...
Tania





Herencia
1.
Tiene noventa años y gestos delicados. Está sentado en su silla de ruedas con una vieja foto en las manos, su mirada vuela despacio desde la nieta hacia algun lugar perdido en el tiempo... y vuelve a contar la historia del primer encuentro con una hermosa campesina que cosechaba el café, la mujer que más tarde sería su compañera por más de cincuenta años.
La nieta guarda la historia en el corazón - espera saber contarla, así con tamaña dulzura, para el hijo que sueña tener un día.
2.
"- No sueñes, casi adolescente y de piel negra nadie quiere adoptar", tantas veces se lo dijeron al pequeño.
"- Es locura adoptar un niño ya crecido", alertaron los parientes.
No les hicieron caso, en los domingos de sol la familia suele ir al parque. Les encantan los paseos en bicicleta y aun otro día, tocaron el cielo con sus cometas coloridos.
3.
Con maneras de hechicero, el profesor abre, muy despacio, la misteriosa puerta de la biblioteca mientras empieza a desvendar a los niños los secretos de se viajar dentro de las paginas magicas de un libro. Encantamiento.
4.
Se despierta a las cuatro de la mañana, sale del trabajo a las tres de la tarde y sigue para el terreno al lado de la estación de tren.
Los pasajeros más atentos ya notan las primeras flores en el jardín -¡tanto tiempo abandonado! - que aquel hombre humilde cuida de hacer renacer, día a día antes de volver a su casa.
5.
Entre una canción y otra, una historia. Al recordar el amigo poeta, los ojos del cantautor sonríen en fiesta y emoción. Diez intensos años, entre la primera canción compartida (en la verdad, un poema "robado" y musicado sin el permiso del poeta) hasta el estrechar la mano amiga en la hora final (Toquinho y Vinicius de Moraes).
En dos momentos, el homenaje de Toquinho y Chico Buarque a Vinicius de Moraes. En el inicio con Vinicius presente mientras Toquinho canta. Más tarde, con el poeta presente - ya en la sonrisa de los amigos, en la ternura que hace vivir, revivir.

Publicado por Tania